Es algo más que una simple cerveza compartida,
algo más que un momento perdido.
Mucho más que minutos arrebatados al tiempo,
en la inmensidad de la noche,
bajo las luces artificiales de estrellas que nunca lo fueron.
En algo más que una palabra dolorida,
que un consejo desacertado o
una ayuda indeseada desde el corazón del miedo a perder,
algo más que el orgullo.
Menos que instantes de desesperanza,
menos que críticas sin sentido,
menos que una persona perdida en el olvido.
La amistad es no ser amigo, no ser vecino,
no ser hermano, ni padre, no ser nada...
nada más que uno mismo con el otr@
que busca su propio camino,
que comparte momentos,
que decide, en definitiva,
su misma vida junto a otros.
La amistad es reir cuando necesitas llorar,
parar cuando debes andar, pensar, soñar
cuando no quieres recordar que no sabes donde estas.
Ser amigo sin pensar, querer sin esperar,
hacer sin terminar.
Cierra los ojos.
Deja que tu alma te guie,
que la razón se nuble
y el corazón actue.
Deja que tu cuerpo se adormezca,
rompe la armadura que llevas
y no pienses que los demás son meras marionetas,
que nada tiene sentido.
Solamente vive. Solamente siente. Solamente arriesga.
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