Otro Año Nuevo, otras fiestas más ¿qué tienen de Nuevo, qué, de Felices salvo las esperanzas de que lo sean?. Todo el mundo espera lo mejor para todos: que se arregle el mundo, que saciemos nuestras necesidades (amor, trabajo, dinero, amistad...). Esperamos, y en algunas ocasiones actuamos.
Rutina, cambio, ideas, sueños, no viene por si solos. Tenemos que movilizar nuestra consciencia para hacer lo correcto, para alcanzar esas metas, y en muchas ocasiones, apenas se quedarán en una ayuda puntual o somera.
A lo largo de este año; que no es más que otro lapsus de tiempo más en mi vida (y en la de los demás) que continua, como la tuya. He ido ampliando mi visión de lo cotidiano, de lo que es realmente importante.
El hecho de tener problemas de diversa indole, unos más graves que otros. Me ha enseñado a vivir, y lo que es más importante. Me está enseñando a compartir, a sentir y a actuar de una manera más profunda, con la certeza de que nadie se enterará. Salvo yo.
Que estamos en una época histórica de celeridad y angustia, de excesos y decesos, de momentos y de falta de reflexión, búsqueda interior, miedo a expresar los sentimientos y falta de seguridades veladas, o disimuladas en ropas, compras, juergas, roles, etc. Solo buscamos algo que nos distraiga, que no nos haga sentirnos solos, que todo tenga algun sentido.
No nos damos cuenta, que el sentido ya está presente. Falta que
nosotr@s decidamos cuál es nuestro destino y luchemos por el, y por el de los demás sin hipotecarnos, y sin que llegue un día en que nos veamos viejos, en soledad y sin haber intentado al menos alcanzar nuestros sueños.
Otra cosa que me viene a la mente, es lo "cuadriculados mentalmente" que podemos llegar a ser. Si no estás dentro de una cierta edad, no puedes relacionarte, con otro grupo. Si no estás en un determinado grupo, no te molestas en ver, conocer, disfrutar otras realidades, que a mi me han llenado y hecho ir a donde hoy estoy.
Es algo que me entristece, buscamos comodidad, una "estufa calentita" en donde lo que dicte la sociedad me facilite las cosas de tal modo que no me plantee otras, y si están bien o no. Si realmente son mi felicidad y la de los demás.
Veo como nos dejamos llevar, creyendo que somos nosotros los que controlamos nuestras decisiones, "que hacemos el bien", que "somos buenos creyentes,
amig@s, personas..." ¿Si? ¿En verdad lo somos, o es la imagen que nos hemos creado con el paso del tiempo, y ni siquiera paramos a ver si es cierta?
¿Hemos olvidado a alguien, marginado a otros, dejado de lado por nuestra excesiva actividad o problemas?
¿Hemos cultivado la amistad, o solo
compañer@s que se reunen de forma puntual en actividades para no sentirse
sol@s?
¿Hemos abierto el corazón a la empatia, a la solidaridad, a la vida de la vida?
¿Hemos vivido nuestros ideales y valores (si los tenemos)?
¿Hemos sentido nuestros afectos sin miedo a que nos puedan doler?
¿Has descubierto lo que realmente es importante para tí en la vida que estás gastando?
¿Qué vas a hacer a partir de ahora?
Son una gota de reflexión, para este Año Nuevo que solo lo será en la medida en que queramos que lo sea y no solamente unas fiestas más hasta el fin de año que viene. Hasta otra batalla.
