sábado, 24 de octubre de 2009

Envíame...a mí, a tí, a tod@s


Día de gozo y alegría, para aquell@s que desean, intentan, buscan y anhelan vivir El Evangelio. Esa buena noticia que espera darse y llegar a tod@s los que claman por un mundo mejor, por un mundo de justicia real, de paz, de solidaridad, de amor y esperanza.

Un mundo en el que esas palabras no sean meros sonidos en discursos, meros signos sin valor, que muchos utilizan para justificar sus puestos, sus actos, sus pensamientos tan alejados de ese Dios de la vida, como diría "un monje en vaqueros" que conozco y que hoy ha optado por dar un SÍ definitivo en su camino.

Hoy ha comenzado sus votos perpetuos. Hoy a todos se nos ha puesto la vena sensible en la Parroquia de Nuestra Señora de la Paz, y a algunos se nos ha hecho parte nuestra su si confiado, y al mismo tiempo tan temeroso.

¿No cabe preguntarnos humildemente, en qué recodo del camino estamos parad@s? ¿ Si seguimos andando, o sin querer (o queriendo) nos hemos acomodado? ¿Realmente vivimos el Evangelio en el día a día de nuestras vidas?

Ya me estoy yendo por las ramas de nuevo. Mi intención no era lanzar estas preguntas, sino haceros partícipes a todos de este día tan grato para mi, sus amig@s y familia en general. Un día que me ha llenado y que sigo preguntándome si no sería el mío, o el tuyo, o el nuestro...

Dios dirá.

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