sábado, 26 de noviembre de 2011

Amar, amare, amando...reflexiones de una tarde como otra

¿Cuánto has amado?¿Cómo se puede medir la medida en que quieres a una persona de una manera más especial? ¿Amamos realmente o simplemente nos adaptamos, o adaptamos al otr@ a una rutina, momentos y tiempos para no estar solos?

Hace tiempo que deje de decir esas dos palabras que considero tan peligrosas y a la par tan bellas "Te quiero".  La armadura del caballero oxidado sigue en pie y en el reino de la desesperanza, del cual debe salir para llegar a un buen destino.

Durante su viaje, sigue observando los sentimientos de otr@s personas que se hacen daño sin querer, aun amándose con toda el alma, u otras personas que se resisten a expresar sus sentimientos; otras personas no se dan cuenta e intentan cambiar, controlar a aquel o aquella que quieren....y luego también están los que terminan centrándose en lo profesional, en mil historias más, sin saber hacia dónde encaminar sus pasos, o con miedo a  no se que. ¿O son todas estas, la misma persona?

Por supuesto, también están aquellas personas que encuentran la felicidad, no de manera fácil ya que sino no sería valorada, con otra persona que se funde en un solo corazón y sentir. Ese deseo ocupa toda la mente si no lo has conseguido todavía, pues...¿de qué sirve tenerlo todo, si no tienes con quien compartirlo, con quién disfrutarlo, a quién dejarlo cuando llegue el momento lejano?

¿Y qué pasa cuando no se consigue? ¿Hacia dónde puede encaminarse esa persona? ¿ Hacia la desesperación, la rutina, el sinsentido? ¿Hay algo que pueda llenar a esa persona completamente? ¿Cómo puede afectar esa carencia al resto de sentimientos que tiene o surgen hacia los demás? 

Podemos hablar también del amor fraternal, aunque ese puede ser terreno pantanoso en los días que corren. Muchas personas no son capaces de ponerse en el punto de vista del otro, de ayudar a otros como a uno  le gustaría que hiciesen con el, sino que más bien al contrario podemos ver desuniones y divisiones en la mayoría de los casos. En demasiadas ocasiones, en algunos ambientes, no en todos, se convierte más en imágenes publicitarias que en sentimiento real y compromiso profundo.

Hay un amor egoísta por los que piensan igual que yo, con aquellos que me favorecen o por conseguir simplemente lo que deseo. Aunque eso es un amar mis intereses y no llegar al verdadero significado de la idea que es amar.

Los que consiguen llegar a los mayores niveles del amor, suelen volverse "locos de la vida". Gente que lo deja todo y no busca lugares u objetos, sino otras personas a las que amar, principalmente, a las que más necesitan ser amadas. A aquell@s desheredados de la vida o simplemente diferentes por cualquier causa, que necesitan la ayuda de los anhelos que depositamos en nuestro interior, y apenas revelamos.

Podemos hablar largo y tendido, discutir sobre el amor y sus formas, y siempre nos quedaremos cortos o insatisfechos. El amor a la familia, a unos valores, un país, una mascota...es un sentimiento en boca de muchos pero encerrado generalmente en los corazones sin poder salir.

Olvida los miedos, siente, revela, demuestra, exige, pide, da...pero ama. La teoría, los poemas, canciones, estas mismas palabras... son como un reflejo de luz momentáneo que apenas puede expresarse cuando realmente lo sientes y lo vives. ¿Porqué sino nos quedamos sin palabras, las pupilas se dilatan, el corazón se acelera o se nos eriza la piel cuando sientes y te sientes a ti mism@? ¿Porqué sino lo buscamos...?


domingo, 20 de noviembre de 2011

Pinceladas en el Corazón


La más inesperada de las llamadas en mitad de la noche, puede encender de nuevo el corazón y la alegría al escuchar la voz de alguien a quién pensabas perdida en el tiempo de la vida. Una voz picará, vital y reflexiva a la vez, que te hace pensar que tal vez no hagas las cosas tan mal o rutinariamente como pueda parecer, como para que se acuerden de ti tras el paso de los años.

Una energía refrescante, que a pesar de las durezas de su vida y la situación en la que se encuentra hace que uno desee volver a verla, mientras escuchas el sonido de una sonrisa infantil de fondo, que interrumpe la llamada. Algunos ¿qué tal, te he molestado a estas horas, o qué es de tu vida? se intercambian entre la línea del movil mientras piensas lo que fueron unos días en un refugio de montaña, unos días de reflexión y un compartir con más personas que siguen intentando descubrir el sentido de la vida.

¿Parece que siempre le doy vueltas al mismo tema, no? Supongo que sí, a pesar de los días fulminantes, las semanas inacabables o los años efimeros de intentar resucitar la esperanza que hace tiempo perdí y que a ratos recupero en la sonrisa y las travesuras de los niñ@s y jovenes de espíritu fresco que me encuentro en mi camino y que gracias a Dios todavia no entienden de política, economía o los sinsabores de la vida amarga o vacia de profundidad, pero llena de imagenes de escaparate o móviles de última generación.

Ella.Siempre hay alguna ella, abre las alas de la imaginación de los muchos momentos que "pudieron haber sido, pero no fueron". El corazón vuelve a latir con fuerza y te preguntas ¿qué hubiese pasado si...? De esta forma, una y otra vez, volvemos a empezar, deseando llenar completamente ese cuadro que es nuestras vidas con pinceladas en el corazón que descubran todos nuestros matices y contraluces, para alcanzar la felicidad.

En ese momento, entre el sueño y la vigilia, acabando otro día, no queda más que reflexionar, llorar y amar, dar gracias por los momentos que se compartieron y rezar porque vengan otros en los que se mitigue la soledad y el desasosiego diario. En donde el sinsentido de una vida, que para otros tiene sentido y no se cuestionan, simplemente se dejan llevar, quede al menos sedado, emborrachado, embaucado...por el amor sin condiciones de otra persona, en tal grado de intimidad, que el más leve roce de su piel, el simple olor de su cabello, o la más inadvertida de las caricias, hagan de este "mendigo de la vida" un "rey de la vida".