domingo, 1 de agosto de 2010

Memorias de Adriano

De alguna manera, toda vida narrada es ejemplar; se escribe para atacar o para defender un sistema del mundo, para definir un método que nos es propio.


Y no es por menos cierto que por la idealización o la destrucción deliberadas, por el detalle exagerado o prudentemente omitido, se descalifica casi toda biografía: el hombre así construido sustituye al hombre comprendido.

No perder nunca de vista el diagrama de una vida humana, que no se compone, por más que se diga, de una horizontal y dos perpendiculares, sino más bien de tres líneas sinuosas, perdidas hacia el infinito, constantemente próximas y divergentes:


LO QUE UN HOMBRE HA CREIDO SER, LO QUE HA QUERIDO SER Y LO QUE FUE.

No hay comentarios: