sábado, 3 de septiembre de 2011

Mucho tiempo sin escribir?...No, solo hasta que llega el momento adecuado


Hoy he estado en la despedida de una amiga, una despedida feliz ya que va a seguir su camino haciendo algo que le gusta, vocacional y de fe: sigue sus pasos hacia el noviciado para ser monja, (algo visto de manera extraña para mucho hoy dia) y una religiosa "de calle" trabajando con las Adoratrices.

Su carisma reside en la "Adoración y Liberación". Adoración a ese Dios desconocido, pero cercano de los que más sufren y que siempre perdona, aunque muchos tiendan a relacionar simplemente a Dios con una jerarquia o un edificio. 

Es mucho más que eso. 

Seguirá trabajando con chicas que provienen de la exclusión social (maltrato, prostitución, drogadicción...y hoy dia por desgracia trata de blancas, en los casos más graves; en los más "ligths" para tratar de ayudar a aquellas mujeres que viven en pobreza o con dificultades diversas) y lo hará con esa sensación agridulce de estar cerca de quien más nos necesita, sin darnos cuenta, en las pequeñas cosas de la vida que es donde realmente se vive y se aprecia lo realmente valioso.

Gastará su vida desinteresadamente y con fuerza y convicción.... y mientras yo, apenas escuchaba la Eucaristia, en el coro con las guitarras, intentando tocar bien y no desafinar demasiado. He tenido todo el tiempo una extraña sensación de "estar sin estar". Una constante nostalgia de aquellos años en los que todo era más fácil, y yo era un joven monitor intentando inculcar esos valores del Reino, de justicia, de fe, de esperanza. 

Me he sentido extrañamente desfasado, pensando en qué he empleado mis años, si estoy viviendo mi vida de verdad, y me he dado cuenta de que me he dejado llevar demasiado por la necesidad de buscar un trabajo, ayudar a mi familia, intentar cambiar el mundo...

Echo en falta el darme a los demás sin fijarme en su signo político, pensamiento, si me puedo fiar o no, el grado de eficiencia que tengo que desarrollar para que esten contentos conmigo, ser un buen hijo, estudiante, persona, creyente...

Demasiadas obligaciones, demasiados problemas y retos a superar, y al final...echo en falta sentir la tranquilidad de darse sin más, con la confianza absoluta en que no me juzgan, en que simplemente doy lo mejor de mí. Eso no quita, que no siga denunciando todo aquello que creo que está mal.

Durante el agape posterior, y a la vuelta a casa dando un paseo, me he sentido como uno de esos perros que vemos en alguna ocasión por la calle mendigando un poco de cariño. Al centrarme en cosas necesarias pero absorventes, he perdido esos tiempos, esas relaciones, y he sentido una necesidad de volver a ser yo, ayudando, estando con los jovenes y mostrandoles la experiencia de estos años, con el fin de que ellos no caigan en los mismos errores, y sobre todo, que vivan realmente su fe sin extremismos. Sin considerarse una juventud privilegiada y reconociendo al que realmente debe ser sentido de nuestra vida y fe, de nuestros actos para conseguir un mundo mejor.

Algunas personas dirán que soy dogmático, otras que prejuzgo, o simplemente que soy uno más del montón. Tal vez, solo tal vez, puedan tener razón en algo, pero por otra parte, estos parrafos que escribo son mi experiencia y mis sentimientos, cosa que deben respetarse en cualquier ser humano.

Me he despedido cariñosamente de todos, y como siempre, las hermanas más mayores me han despedido con su frase: "No te pierdas" y con una sonrisa. 

Eso haré, intentaré no perderme y encontrar a la razón de la vida en mi vida, con la esperanza de compartirla lo mejor posible. Ya que tenemos una vida y una promesa, lo menos que podemos hacer cada uno es que todo lo que dure, seamos conscientes de ella, nos quitemos las posibles vendas que tengamos, y ayudemos a todos a alcanzar la felicidad. 

Y una vez dicho todo esto, y reflexionado y sentido, pueden empezar a atacar y criticar quien lo desee porque primeramente, me sentiré triste por la incomprensión de alguna gente y su gratuidad a defender sus estatus de cualquier forma, pero seguidamente, para lo unico que les ha servido a lo largo de estos años, es para que me haga más fuerte y siga más decidido que nunca a dar lo mejor de mi, a pesar de todo (aunque eso no quita que sea humano y pueda equivocarme).

Es mi camino, y si no lo hiciese no sería yo. ¿Tienes algo en que pensar sobre tu vida?


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